Creando con amor
- Laloba
- 1 feb 2018
- 3 Min. de lectura
Estreno entrada de mis creaciones con uno de los últimos regalos que he hecho con mucho amor para mis sobrinos por su Olentzero en Navidad. Estas fiestas, los peques vinieron del norte para conocer a nuestra pequeña Nube, su primo pequeño, y empezar a crear esos vínculos mágicos que vivimos en la infancia.

Me encanta hacer regalos hechos a mano y con amor. En el espacio de educación viva donde trabajo como acompañante, una de mis compañeras había realizado el cuento con piedras pintadas de los tres cerditos, y eso me dio la idea para crear el de mis sobrinos.
Quería algo diferente, con detalles muy míos y que todo estuviera hecho a mano, des de la bolsista hasta el ultimo detalle. Me gustaba la idea de que pudiéramos participar en familia, aprovechando los paseos con el peque, su aita buscaba piedras por el camino, de diferentes formas y tamaños y según la forma pensábamos en que podría convertirse. No quería hacer un cuento clásico, que ellos ya supieran de memoria, me gustaba la idea de que pudieran crear un cuento diferente cada vez, teniendo en cuenta las experiencias que habían podido vivir ese día, las emociones o sentimientos que podían expresar para así reparar si fuera necesaria alguna vivencia propia. Los cuentos ayudan a nuestros peques a entender mejor situaciones o momentos por los que están pasando, tienen el poder de sanar heridas, y muchas educadoras los usamos para trabajar en terapia con los más pequeños.

Susan Perrow, cuentacuentos, formadora y educadora de padres, en una entrevista explico que los cuentos hablan directamente a la imaginación de los niños, les abren mundos y tienen el poder de sanar sus heridas, miedos y malos comportamientos; los incentivan y los educan.
Me fascinaba la idea de que fuera un cuento que creciera con sus propias vivencias y aprendizajes, que les pudiera acompañar en el tiempo y que pasara a formar parte de aquel lugar, aquella playa, aquel bosque donde podían encontrar una piedra y sumarla a su bolsa de cuentos para así hacer crecer sus propias aventuras. Un material natural, que les da rienda suelta a su creatividad, creando un cuento según vayan saliendo las piedras, improvisando, haciendo volar la imaginación y transformándolo con nuevas adquisiciones.

Esos detalles hacen que me guste un poco más la Navidad me hacen olvidar su punto más consumista, en que los niños reciben miles de regalos y quedan saturados por todos y cada uno de ellos, muchos de plástico y con pilas, cortando las alas y la creatividad pura que tienen por ellas mismas.
Cree un cuento y confeccioné la bolsa a mano, donde pudieran caber las piedras pintadas hechas por mi y sus futuras creaciones. Cuando lo entregamos les explicamos que es un cuento que pueden cambiar, hacer crecer, acortar, y que les puede acompañar en todas sus aventuras. También confeccione otra bolsa con el juego del tres en raya con piedras pintadas.
Aquí os dejo el resultado de como quedo cada uno de ellos, espero os guste y os anime a crear el vuestro para vuestros hijos, hijas, sobrinas, sobrinos y cualquiera a quien queráis mucho, dedicando un trocito de vuestro tiempo para enriquecer sus momentos de juego.
Y si no tenéis tiempo, o queréis que confeccione uno para vosotras, solo tenéis que pedirlo!! Podéis contactarme por aquí (irautzadelta@gmail.com) y hablamos de todos los detalles.
Un abrazo.
Comments