Parto respetado II?

Entraba en la semana 41 de mi embarazo y como ya sabéis me negué a que me hicieran la inducción.Tenia que ir a el hospital para hacer monitores cada 48h, y observar que él bebe estaba bien. Esa semana fue muy dura, además de la presión que los profesionales ejercen sobre ti, llenándote de mil dudas y haciéndote sentir una madre inconsciente al no querer inducirte, se suman las preguntas y las ganas de conocer al bebe de toda esa gente que se subrayó con un bolígrafo y bien en grande que el día 31 salias de cuentas. Como pasaba de la fecha probable del parto empezaron las preguntas: ya llego? parirás o que? pero no te tocaba esta semana? no quiere salir? y demás frases estupendas que solo sirven para ponerte más nerviosa y segregar más adrenalina en tu cuerpo, lo cual bloquea todo tu ser, por ser la hormona contraria a la oxitocina, esa que cada vez te acerca más a tu bebe. Así que yo estaba de adrenalina hasta las nubes. Aprovecho para dar un consejo a quien quiera cogerlo: no, nunca digas el día que supuestamente cumples, ya que es solo eso, un día probable para nada seguro, ya que nunca se sabe cuando puede empezar el trabajo de parto, ni cuando exactamente se produjo el embarazo, son solo fechas, sin más. Esa semana estuve todos los días con contracciones, prodomos que lo llaman, ya que no eran continuas, es muy duro, te notas bastante cansada, tienes dolores y apenas puedes dormir durante la noche, los dolores más los pensamientos hacen que tu cerebro se active al mil por hora. Así que todo junto puede llegar a ser agotador. El primer día de control de monitores, fue horrible. Cuando acabe el monitor pase por consulta con la ginecóloga (suerte que no estaba la misma), me digo que el peque tenia taquicardia y que teníamos que repetir el monitor, ese día estuve casi 4 horas en el hospital, y evidentemente se me pararon las contracciones, adrenalina por un tubo.En la repetición salio todo mejor, y al comprobar la placenta y el liquido me enviaron a casa, para volver en 48h. Cuando sales del control te advierten: nos vemos en 48h pero si no notas moverse al bebe, vuelve enseguida. Que alivio eh?? Salia de allí, destrozada, no quería ver a nadie, solo el echo de explicarlo me hacía parar las contracciones y la angustia se apoderaba de mí. En ese momento fue cuando me despedí del móvil y de todo contacto con la gente, era mi compañero, el encargado de solucionar preguntas, y hablar con la gente, yo con el solo echo de contarlo me agobiaba muchísimo. El día que cumplía 40+6 realice los últimos monitores. Me toco una comadrona muy poco respetuosa, y me hizo sentir la peor madre del mundo. Recuerdo que en monitores me digo: aun por aquí? no has querido inducirte? pues no es nada bueno que el niño se mueva tan poco, sabes? no es bueno arriesgar? imagináis mi cara por un momento? que creéis que paso con mis contracciones? buff, que impotencia!! Pero lo fuerte vino después... Muchas veces los monitores pierden el latido del bebe, o simplemente no se mueve lo suficiente y dejan de captar el movimiento, así que si durante la prueba pasaba eso, te hacían comerte algo dulce para que el peque se moviera más, pues recuerdo que de repente empezó a pitar mi monitor, y le dije: tengo un zumo en el bolso si hace falta? y me suelta: No, no es un zumo lo que necesita, es que le ha bajado los latidos (todo ello acompañado de un juicio sobre mí, que me atravesó con la mirada, sin hacer falta que me dijera nada más, por según ella ser una inconsciente, supongo). Me pase casi una hora con el corazón encogido sin saber muy bien que pasaba. Me sentí mal, juzgada, mala madre, inconsciente, sentí que había jugado con la vida de mi hijo, y sola, muy sola, ya que en monitores no dejan entrar a quien te acompaña, y os podéis imaginar como me podía acompañar ella después de decirme todo eso, no? Pase de nuevo a consulta con la ginecóloga, la doctora me digo que tenia contracciones y que estaba de dos centímetros, le pregunte enseguida por la bajada cardíaca del bebe, me digo que tranquila que era que el monitor había perdido la señal. Como puede ser que una profesional, pueda juzgarme, hacerme sentir como lo peor del mundo, y ponerme en alerta, aumentando en mi cuerpo litros de adrenalina, y no tenga la decencia de volver y decirme: tranquila, lo de antes fue una falsa alarma, perdona si te asuste... No quiero buscar culpables, ni generar en mi cuerpo rabia otra vez, lo escribo, escribo este relato para sanar, para que estas letras se lleven todo ese miedo que viví, todo eso que me paralizo, y aceptarlo, aceptar que lo tuve que vivir, y que esa es la experiencia que me toco vivir a mi y a mí bebe, y aprender, aprender mucho de todo lo vivido, como siempre.

Seguiremos...